sábado, 11 de noviembre de 2017

¿ESTAMOS PREPARADOS PARA ENFRENTAR UN SISMO DE GRAN MAGNITUD?

Eran las 10 de la mañana del miércoles 30 de agosto de 2017 cuando los venezolanos nos encontramos con una noticia alarmante: tembló en Caracas. Fue un sismo de 4.5 con epicentro en Vargas pero se sintió con mayor intensidad en la capital del país. Por suerte este movimiento telúrico no dejó víctimas fatales.

Sismo en Caracas de 1967. Foto: Funvisis

Venezuela está en peligro, según la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), el 80% de la población venezolana vive en zonas de alta amenaza sísmica. Esta variable puede aumentar el nivel de riesgo por dos factores: el aumento en el índice demográfico y las inversiones en infraestructura. Además, la mayoría de las escuelas, los hospitales y viviendas no sobrevivirían a un terremoto de gran magnitud.

Escuela Valentín Valiente. Cariaco. 1997. Foto: Funvisis
Históricamente Venezuela ha sufrido los efectos de los terremotos. Desde 1504 hasta 2004 han ocurrido más de 130 eventos sísmicos. Entre los más destacados en la historia está el del 26 de marzo de 1878 que destruyó las ciudades de Caracas, Mérida, El Tocuyo, Barquisimeto y San Felipe. Este sismo dejó un saldo de 10.000 personas en Caracas y al menos 3.000 en La Guaira. Otro desastre fue el de Caracas en 1967. El movimiento telúrico fue de 6.5 y 6.7 grados en la escala de Richter y tuvo una duración de 55 segundos, le siguieron réplicas de menor intensidad.

Ciudades perjudicadas
Las principales ciudades que estarían devastadas son las que se encuentran en la zona norte costera. Allí es donde se ubica la mayor parte de la población y están situadas las principales ciudades debido a la cercanía de las costas y al intercambio comercial. Son las zonas de mayor empuje económico, es por eso que la población está ubicada ahí. Casualmente estas zonas coinciden con la línea de fallas activas que atraviesa todo el país: Boconó, San Sebastián y El Pilar.
De haber un sismo de 5 o 6 grados de magnitud en la escala de Richter en Caracas, la ciudad podría sufrir daños fatales. Principalmente porque Venezuela se encuentra asentada en la placa del Caribe y la placa Sudamericana. En estas zonas las placas se encuentran en constante actividad. Día y noche. Siempre están en movimiento. Este fenómeno es positivo porque las placas tectónicas van liberando tensión.

Construcciones que peligran
Las zonas con alto índice de peligro son aquellas donde están construidas viviendas informales. Estas construcciones que empezaron siendo casas (o comúnmente llamados ranchos) de uno o dos pisos de altura, ya están convertidos en condominios de más de 3 pisos. Además, están construidas sin realizar ningún estudio geográfico o de suelo. Son viviendas hechas sin cumplir ningún permiso pertinente, por lo tanto las personas que habitan estos barrios están en riesgo.
Resultado de imagen para 5 de julio petareEsto significa que ante un sismo de gran magnitud, muchas construcciones como el barrio 5 de Julio en Petare y otras construcciones en zonas de mayor pobreza sufran un efecto dominó y se vengan abajo.  

Carolina Tovar, profesora de diseño estructural en la Universidad Central de Venezuela (UCV) afirma que a parte de los ranchos, otras construcciones que pueden estar vulnerables son las que tienen más de 50 años de construidas: “Esto porque no están hechas con la misma calidad del armado y tallado que sí podrían tener las edificaciones más recientes”.

Hay muchas edificaciones que ya han sobrevivido a un terremoto. Andrea Alvarado, asistente del director de Protección Civil, José Velázquez, dice que cuando esto sucede, se pueden hacer dos cosas: 1. Reemplazar la edificación, es decir, tumbarla y volverla a construir o 2. Hacerle refuerzos.
Según Alvarado quien es licenciada en administración y desastres y técnico superior universitario en emergencias hospitalarias, “muchas construcciones de ahorita tienen vicios de construcción, es decir, dicen que cumplen las normas, o dicen que lo hicieron con concreto pero realmente están hechas con una mezcla de concreto y perrarina”.

Edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela
Pocas personas se atreven a responder con seguridad por qué los edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) están agrietados y están siendo desalojadas. Es una pregunta tabú y los entrevistados son muy cuidadosos al responder. A pesar de ello, todos llegan a la misma conclusión: los edificios no siguieron la normativa.

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Foto: La verdad Vargas
Andrea Alvarado asegura que la mayoría de estos edificios de la GMVV “se hicieron en suelos licuefactibles”, es decir, “que pareciera que debajo de estas edificaciones hubiese una licuadora”. Además, destacó que donde toda la vida hubo un estacionamiento o un terreno abandonado era por una razón: “no se podía construir ahí y a pesar de que los topógrafos y geólogos dijeran que no se podían construir edificios, se hicieron de todas formas”.
Todos hacen referencia a la normativa de la Comisión Venezolana de Normas Industriales (Covenin), en la cual se dicta que todo diseño estructural debe ser sismorresistente, es decir, son edificaciones que se diseñan y construyen para soportar sismos.
Según Glenda Yépez, ingeniera y profesora de acondicionamiento ambiental en la UCV dice que: “Se supone que a partir de los años 60-70 la mayor parte de las edificaciones deberían tener sus diseños sismorresistentes. Quizás las edificaciones de los 50 puede que no, pero hay buenos diseños a nivel de edificaciones, flexibles, que pudieran aguantar un sismo de gran magnitud”.

¿Y estas edificaciones tienen sistemas de evacuación?
Yépez afirma que “hay muchas edificaciones diseñadas con sus zonas de evacuación, que no estén habilitadas o disponibles es cierto” y toma de ejemplo a la casa de estudios donde asiste diariamente a impartir clases “casi todas las salidas de la UCV cerradas” dijo.
El capitán de bomberos del Distrito Capital, Alexander Figueredo indica que lo ideal para realizar una evacuación o desalojo efectivo es tener una zona despejada, libre, “puede ser un parque, un campo de béisbol, de fútbol, algún lugar que esté libre de edificaciones”. Esta zona tiene que estar “lo más alejada de cualquier estructura que pase los 14-15 metros de altura”. Figueredo advirtió que en Caracas, más específicamente en el área metropolitana “no hay espacios o hay muy pocos lugares donde las personas se puedan resguardar y los espacios que hay están muy alejados de las zonas urbanas. Estamos muy hacinados”.
El capitán de los bomberos nota con preocupación el sistema hospitalario e indicó que “si ocurriera en este momento un sismo será difícil atender”. En cuanto a las estructuras hospitalarias, asegura que el Hospital Universitario y el Hospital Dr. Domingo Luciani​ (este último ubicado en la urbanización El Llanito) son “los únicos espacios en Caracas que tienen suficiente espacio para hacer una evacuación, del resto, la mayoría de los hospitales y clínicas están ubicados en zonas muy alejadas de parques, etc.” dijo.

Cultura sísmica
Japón es el mejor ejemplo de cultura sísmica. Desde que los niños son pequeños aprenden en sus escuelas protocolos de actuación en caso de terremotos. Inclusive, existen entrenamientos en los cuales se recrean los efectos y fuerzas de los desastres. En estos eventos participan familias y empresas.  
Al preguntarle a los especialistas si Venezuela tiene cultura sísmica todos coincidieron en que no.
A pesar de que Venezuela no sea un país con sismos de gran magnitud frecuentes, preocupa que no tengamos una cultura sísmica. Es de gran importancia prepararnos ante estos eventos impredecibles que pueden atacarnos en cualquier momento.
El capitán Alexander Figueredo, tiene 21 años en los bomberos del Distrito Capital y dice que el cuerpo de bomberos está “haciendo una labor emblemática para llevar información, realizando talleres y preparaciones en casos de emergencia en instituciones y colegios públicos y privados, al personal docente y administrativo ya que ellos son los guías y son los encargados de difundir la información a los niños” dijo Figueredo.
En cada rincón de Venezuela y sobre todo en la zona norte costera donde están las placas tectónicas moviéndose y haciendo su trabajo, las comunidades deberían comenzar a reunirse y a prepararse para enfrentar un desastre natural.
Unos padres que involucran a sus hijos en simulacros dentro el hogar, si los invitan a elaborar un kit de emergencia básico es una familia preparada. Una comunidad, sea edificio, urbanización o empresa, que haga simulacros de evacuación cada cierto tiempo y que trabajen de forma eficiente, es una comunidad preparada.
Kit de emergencia. Infografía cortesía: Teletrece
Sabemos que en los momentos críticos cuando le tensión, los nervios, el pánico, el estrés y la ansiedad están a flor de piel, el cuerpo actúa de manera diferente, extraña o simplemente no actúa, se queda en estado de shock. Por estos casos, es importante educarnos, seguir un protocolo y repetirlo sin importar el número de veces, para que así la evacuación sea “lo más calmada posible”, que todos se sientan preparados y confiados en que el desalojo se cumplirá de manera eficiente.

Bomberos comunitarios
Según Figueredo, el capitán de bomberos del Distrito Capital, ya se está implementando los “bomberos comunitarios”. Esto es “un enlace entre la comunidad y el bombero. No le damos toda la responsabilidad completamente a este bombero comunitario sino que lo capacitamos para que él nos manifieste y nos dé la información de qué tipo de riesgo existe y nosotros le decimos cómo minimizar riesgos antes de que nosotros lleguemos al evento”.
Esto es una medida que los bomberos están tomando para minimizar los riesgos en las comunidades y se espera que esta nueva modalidad “llegue a todos los rincones del territorio nacional”.
Foto: El Universal



Ningún edificio en Venezuela podrá soportar un sismo de gran magnitud. Se podrá mantener en pie pero sufrirá daños estructurales, no hay garantía de que se pueda habitar luego. Alexander Figueredo


En cuánto tiempo Venezuela se podría recuperar de un sismo
Según Andrea Alvarado, para que Venezuela se pueda recuperar de un sismo en la actualidad, “es posible que pasen décadas”.
El venezolano común no está preparado para vivir un desastre natural de esta magnitud. Especialmente porque el 82% de los hogares venezolanos viven en pobreza, 9.6 millones comen 2 o menos comidas diarias, no se consiguen los medicamentos para cubrir enfermedades comunes y menos para patologías específicas.

Por estas razones, de haber sufrido un terremoto de gran magnitud, a Venezuela le sería muy difícil levantarse. Hay edificaciones que no se podrán habitar de nuevo, lamentables pérdidas humanas de no haber un rescate, evacuación eficiente y tratamiento médico a los sobrevivientes y pérdidas millonarias por las infraestructuras. 

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