Más de 2.300.000 niños en
Venezuela comen dos veces al día
Un estudio realizado por la
Asamblea Nacional refleja que más de 2.300.000 niños venezolanos comen solo dos
veces al día. Nutricionistas señalan que la alimentación está basada en
carbohidratos y vegetales.
Por: Carol Álvarez y Juan Pablo Arráez
Más de 2.3
millones de niños en el país corren el riesgo de abandonar los salones de
clases por falta de alimentación. Debido a la hiperinflación que desde el
último trimestre de 2017 ha azotado a Venezuela, los padres han tenido que
sacrificar algunas cosas por el bien de sus hijos. Sin embargo, en ocasiones se
torna complicado costear la alimentación de una familia, pues con BsS 1.800 de
sueldo mínimo no alcanzan para abastecer la alacena familiar.
"Estamos
en un contexto en el cual todos los hogares enfrentan un cuadro de inseguridad
alimentaria", afirma Andrea Jaime, nutricionista de Fundana. Tal régimen
de inseguridad alimenticia afecta de forma especial a los niños que son más
vulnerables al detrimento en la alimentación. "Si disminuye la cantidad de
nutrientes (grasas, proteínas, carbohidratos) en esa edad vulnerable, aumenta
la probabilidad de mortalidad en los niños", advierte Jaime.
De acuerdo con
Katherine Jardim, nutricionista de la fundación Bengoa, lo alarmante no solo
son los tiempos de comida de los niños, sino la cantidad de nutrientes que en
esas dos comidas, pues, esto afecta en el crecimiento y desarrollo de los
niños.
Este panorama
“va a afectar el desarrollo tanto físico -como la talla esperada en un periodo
de tiempo, el peso reflejado a corto plazo- como la el desarrollo cognoscitivo,
el cual tiene que ver con la elaboración de sus actividades diarias”, señala la
vocera de Bengoa y agrega que el infante que se alimente 2 o menos veces al día
“va a ser un niño con un estado de ánimo mucho más deteriorado. Será un niño
menos inquieto, más tranquilo”.
Además,
"si no hay cantidad suficiente de nutrientes –señala Jaime– el cerebro del
niño no va a funcionar correctamente". Esto implica que los niños estarán
afectados por una curva de aprendizaje inadecuada que impide a los niños
adquirir competencias para formarse y educarse. Para Jardím, la falta de proteína
“es lo que más está afectando actualmente”. En ese sentido, se observa que la
alimentación en general está basada en carbohidratos y en muchos casos en
vegetales, “que en ese sentido ha sido lo que hemos visto más favorecido porque
se incluyen más vegetales en la alimentación. Sin embargo, la ausencia de
proteínas -que es lo que ayuda a los niños a desarrollar más la estatura,
fortalecer los músculos es lo que hemos visto con más preocupación que es lo
que más déficit tiene”, afirma.
También, la
especialista en nutrición asevera que la ausencia de micronutrientes como el
hierro y el calcio dan como resultado niños anémicos, “vemos entonces que los
niños son muy tranquilitos, calladitos en el colegio tienen déficit de
atención, no pueden cumplir con sus actividades diarias, no quieren jugar, no
quieren compartir y vemos que son muchos niños que posterior le realizamos
análisis bioquímicos y podemos encontrar que hay una hemoglobina baja lo que
nos indica una anemia”, todo esto se podría evitar manteniendo una
alimentación.
Panorama hacia el futuro
Según el
informe de seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe
llevado a cabo por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
(FAO), Venezuela es el país de la región donde más aumentó el hambre desde
2014. El número de personas desnutridas subió en 600 mil entre 2014 y 2017. La
cifra sobrepasa los 3.7 millones de habitantes subalimentados.
Mirando
hacia el futuro de esos 2.3 millones de niños que en la actualidad solo comen 2
veces al día, la doctora María Castro, miembro de la junta directiva de la
Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría recalca que en la actualidad
hay muchos niños con desnutrición, los cuales “pueden encontrarse en este
periodo con desnutrición pero los podemos llevar a un estado -sobre todo a los
más pequeños- en que sea normalidad y los podemos recuperar, es decir que en un
futuro, a pesar de que tengan carencias ahora se pueden recuperar” y así llegar
a la adultez de manera sana.
“La esperanza de vida es que sí van a sobrevivir, pero son las consecuencias que vamos a encontrar en el futuro, que van a ser menos productivos y va a haber un déficit sobre todo cognoscitivo en la adultez”, asevera Castro.
Si continúa esta
situación de desnutrición en la niñez, "tendremos poblaciones de adultos
poco productivas, sin oportunidades laborales que incentiva el ciclo de
pobreza", asegura la representante de Fundana.
"Si
los niños están presentando carencias y no se logran mejorar, –advierte Jardim–
se van a presentar estas carencias en la adultez. Pero si las llevamos al
estado de normalidad, es decir, que puedan complementar todos sus nutrientes,
que puedan obtener en la alimentación todos los nutrientes o por lo menos
obtener los básicos, carbohidratos, proteínas y grasas y sobre todo los
minerales; calcio, hierro, zinc, para tener un desarrollo sobre todo
cognoscitivo adecuado podemos decir que en la adultez van a ser adultos más
sanos, o van a lograr la meta que se esperaban no solo en talla y en peso sino
en la parte cognoscitiva”.
15 de noviembre de 2018.
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